“La
libertad de expresión, constituye la base del desarrollo de los pueblos
democráticos; hacia la construcción de auténticos Estados de Derecho”.
Todas las profesiones puestas al servicio de la sociedad;
obviamente cumplen con la alta misión de generar transformaciones en la
realidad; por supuesto, en beneficio de la colectividad.
El periodismo, cumple con una función
importantísima en la sociedad, como lo es educar e informar; pero además, crear
opinión; de ahí la importancia de ejercer un periodismo objetivo, basado en
principios éticos y nunca a favor de élites o grupos de poder.
En El Salvador,
cada 31 de julio se homenajea a los profesionales del periodismo; en ese
sentido, vaya una calurosa felicitación a todos los periodistas salvadoreños,
en su día.
La fecha antes
indicada surge en virtud del Decreto Legislativo Nº 380, promulgado por la
Asamblea Legislativa con fecha 29 de mayo de 1969. Éste acoge la fecha en que
se publicó el primer periódico editado en el país, me refiero al Semanario
Político Mercantil; redactado por el Padre Miguel José Castro y quien es
considerado como el primer periodista de El Salvador.
El periodismo y la libertad de
expresión.
La
libertad de expresión no puede estar supeditada o sujeta a limitaciones de
carácter jurídico, tal y como lo establece la Declaración de Virginia (año
1776) en su sección la “libertad de prensa”, expresando: “la libertad de prensa
es uno de los grandes baluartes de la libertad y no puede ser restringida
jamás, a no ser por gobiernos despóticos”.